Cuidado de las almohadillas del perro
Cuidar las almohadillas del perro: prevención ante todo
Las almohadillas del perro están compuestas por un engrosamiento de tejido adiposo que forma una capa córnea gruesa. Así, actúan como una auténtica suela que aísla y amortigua los impactos cuando el animal se mueve. Esta capa se endurece y se espesa con la actividad intensa del perro para ofrecer una protección óptima. No obstante, cuidar las almohadillas de tu perro es fundamental para mantenerlas en perfecto estado durante todo el año. Concéntrate en una buena higiene de las patas.
¿Por qué es importante revisar las almohadillas de tu perro?
Las almohadillas de los perros están sometidas a numerosas agresiones, sea cual sea la estación del año y el entorno.
LOS PELIGROS DE LA CIUDAD Y DEL CAMPO PARA LAS ALMOHADILLAS DE TU PERRO
En la ciudad, el asfalto es abrasivo y desgasta las almohadillas más rápidamente que los terrenos blandos. Favorece los paseos por el parque siempre que puedas para preservar las patas de tu mascota.
En el campo, los perros pueden lesionarse más fácilmente al andar sueltos: piedras puntiagudas, trozos de vidrio, espinas, residuos, etc.
Entre las almohadillas se puede acumular todo tipo de residuos. Estos pueden provocar molestias o incluso pequeñas lesiones que pueden derivar en llagas si no se tratan rápidamente.
No prives a tu mascota de estos paseos imprescindibles, pero permanece alerta al estado de sus almohadillas.
PRECAUCIONES PARA LAS ALMOHADILLAS DE TU PERRO DURANTE TODO EL AÑO
En invierno, el frío y la nieve resecan las almohadillas, pudiendo provocar grietas dolorosas.
Importante: La sal utilizada en las carreteras es un auténtico castigo para las almohadillas de los perros. Evita pasear por zonas con sal para garantizar el confort de tu mascota.
En verano, el calor representa un peligro real. El asfalto y la arena se calientan muy rápidamente y el riesgo de sufrir quemaduras es alto. ¡En olas de calor y en las horas más calurosas del día, el asfalto puede alcanzar temperaturas de hasta 60 °C!
Siempre que sea posible, favorece los paseos durante las horas más frescas del día (temprano en la mañana y a última hora de la tarde), y permanece a la sombra el mayor tiempo posible.
El verano es también época de «espiguillas», pequeñas semillas de pasto con forma de espiga que se quedan atrapadas muy fácilmente entre las almohadillas y penetran debajo de la piel provocando abscesos. Si tu perro muestra dificultad para caminar o se niega a bajar las patas, inspecciona sus almohadillas de inmediato.
DIFERENTE SENSIBILIDAD DE LAS ALMOHADILLAS SEGÚN EL ANIMAL
Algunos perros son más sensibles que otros. No tardarás en notar que algo le molesta porque su comportamiento cambiará.
Si ves con claridad un cuerpo extraño, retíralo lo antes posible con los dedos o con unas pinzas, según su tamaño, y luego desinfecta la zona con un desinfectante apto para animales.
Otros animales podrían no dar muestras de molestia alguna. Por eso es conveniente que inspecciones periódicamente las almohadillas de tu peludo para descartar la presencia de cuerpos extraños o lesiones.
Consejos útiles: Acostumbra a tu perro al cuidado de las almohadillas desde una edad temprana tocándole las patas a diario y cepillándole el pelaje. Así, el día que tengas que intervenir para tratar sus almohadillas magulladas, estará más dispuesto a dejarse manipular.
CUIDADO DIARIO DE LAS ALMOHADILLAS PARA UN PERRO EN PLENA FORMA
Inspecciona las almohadillas de tu perro después de cada paseo.
Como estarán sucias después de salir al exterior, limpia las patas de tu mascota con una toallita para eliminar cualquier rastro de excrementos y contaminación. En días lluviosos o en invierno, enjuágalas con agua limpia y luego pásales una toalla limpia y seca para eliminar más eficazmente la suciedad y el barro de las patas. Así evitarás que tu peludo introduzca contaminantes y alérgenos en casa. Si notas que las almohadillas de tu perro están dañadas o secas, como medida urgente puedes aplicar vaselina, que las hidratará entre salidas.
Para un cuidado en profundidad y una aplicación fácil, el bálsamo para las almohadillas y el hocico aportará una sensación de verdadero alivio a tu mascota.
Consejos de higiene: Entre los dedos de los perros suelen crecer pequeños pelos. Te recomendamos que los cortes periódicamente para que esta zona tan frágil de la pata quede despejada. Así identificarás más fácilmente las heridas y será más difícil que los residuos se adhieran. Aprovecha también para cortar las uñas de tu perro si los paseos no permiten limarlas lo suficiente. Si las uñas son tan largas que dificultan el andar, tu perro podría lesionarse.
¿Cómo se pueden dañar las almohadillas del perro?
FACTORES QUE AGRAVAN LA FRAGILIDAD DE LAS ALMOHADILLAS
Las almohadillas de los perros se debilitan en determinadas situaciones:
- Cachorros y animales mayores
- Perros deshidratados
- Perros que presentan una capa córnea más fina, como es el caso de los perros de ciudad
- Animales con almohadillas frágiles
- Irritación cutánea que predisponga a la aparición de lesiones o heridas
Para evitar que tu perro tenga las almohadillas secas, dañadas, agrietadas, quemadas o irritadas, cuida sus almohadillas de forma preventiva durante todo el año y no esperes a que sufra una lesión, que será más o menos difícil de tratar. La protección es la mejor defensa.
Consejos de nutrición: Una correcta hidratación de tu perro no depende solo del agua que este consume. A menos que el veterinario te indique lo contrario, ofrece a tu mascota una dieta rica en Omega-3 (presente, por ejemplo, en el salmón). El aceite de coco ofrece una excelente biodisponibilidad e hidrata de forma duradera a tu perro, mejorando la protección de su epidermis.
ALMOHADILLAS DAÑADAS, AGRIETADAS O IRRITADAS
Las almohadillas de tu perro pueden dañarse a causa de grietas, que son pequeñas fisuras claramente visibles en la superficie de la almohadilla. Aunque tienen fácil tratamiento, pueden resultar muy dolorosas. Este tipo de lesión es común en perros que realizan una actividad física intensa o que son víctimas de quemaduras por la presencia de sal o de altas temperaturas en el suelo.
Las grietas y las irritaciones no sangran, pero deben tratarse lo más rápido posible con un bálsamo reparador y protector.
ALMOHADILLAS CON CORTES O LESIONES
Las heridas en las almohadillas de tu perro son más graves cuando impiden que el animal se mueva correctamente y provocan sangrado.
Es probable que tu perro se haya lastimado con un objeto afilado.
Para valorar la gravedad de la lesión, debes acudir al veterinario. Allí le dispensarán los cuidados adecuados y podrán recetarte un tratamiento antiséptico o antibiótico, sobre todo si el animal presenta otros signos de malestar (fiebre, agresividad, etc.).
Deberás limpiar la herida todos los días para favorecer una buena cicatrización y aplicar un spray reparador con miel. En lo sucesivo, deberás dispensar a tu mascota cuidados esenciales para sus almohadillas, para así asegurarte de cuidarlas y protegerlas a largo plazo.
¿Cómo cuidar las almohadillas de tu perro?
A pesar de todas tus precauciones, tu perro se niega a bajar la pata y sus almohadillas están dañadas. Pueden presentar grietas, fisuras o cortes. Si el perro cojea, debes actuar con urgencia y eliminar cualquier riesgo de lesión en la pata antes de tratar sus almohadillas.
PREPARACIÓN E INMOVILIZACIÓN PARA TRATAR UNA ALMOHADILLA
Lo más difícil es mantener al perro quieto durante el tratamiento y evitar que se lama la pata. Con dos personas esto será más sencillo. Si no puedes contar con ayuda, calma a tu perro y haz que se tumbe. Opta por usar un collarín si su hocico dificulta tus movimientos.
DESINFECCIÓN Y EXTRACCIÓN DEL CUERPO EXTRAÑO PRESENTE EN LA ALMOHADILLA
Desinfecta la pata con una toallita limpiadora y antiséptica y aplica un spray reparador con miel. En su defecto, enjuaga las patas con agua y jabón suave. Sácalas a conciencia. Observa a simple vista o con lupa si hay algún cuerpo extraño alojado entre las almohadillas del perro y, si así fuera, retíralo.
CUIDADO Y PROTECCIÓN CON UN BÁLSAMO REPARADOR PARA ALMOHADILLAS
A continuación, aplica nuestro bálsamo para las almohadillas y el hocico, que trata en profundidad las almohadillas y el hocico debilitados.
Está compuesto por una combinación de aceite de almendras, manteca de karité y cera de abejas, que le confieren propiedades nutritivas e hidratantes. También es perfecto para las almohadillas de los gatos.
¿Cómo proteger eficazmente las almohadillas de tu perro?
Como ya sabrás a estas alturas, ninguna protección supera a la prevención. Las almohadillas de los perros están diseñadas para ser resistentes y poder caminar en todo tipo de terreno. La cicatrización de las almohadillas puede tardar desde unos días hasta varias semanas, especialmente en función de la estación.
A modo de prevención, recomendamos el uso del fortalecedor de almohadillas. Gracias a su acción hidratante y curtiente, fortalece las almohadillas de forma duradera. Su presentación en roll-on permite una aplicación fácil y rápida, incluso en los perros más aprensivos. Aplícalo de una a tres veces por semana, según la estación y el nivel de actividad de tu perro.
Dependiendo del estado de las almohadillas de tu perro, puedes optar por el uso provisional de botas o calzado de protección. No todos los animales los aceptan, pero ayudan a mantener las patas secas en los paseos durante el tratamiento.
Ahora ya tienes toda la información y los productos que necesitas para proteger las almohadillas de tu perro y permitirle disfrutar plenamente de vuestros paseos por la ciudad o por el campo.
Puedes encontrar nuestros productos para la protección y cuidado de las almohadillas en las tiendas de animales de nuestra red de distribución.
Artículo redactado con la colaboración de
Dra. en Veterinaria Marie-Pierre POUDRAI