Los parásitos
¿Por qué es importante proteger a mi mascota de parásitos externos?
Las pulgas y las garrapatas son los parásitos más comunes. Alrededor de un 40 % de los perros y un 60 % de los gatos está infestado de parásitos externos de la primavera al otoño, y un 20 % permanece infestado durante el invierno. En función del modo de vida del animal, o si este es alérgico a las picaduras de pulgas, el veterinario podría recomendar un tratamiento regular incluso en invierno.
Una pulga adulta pone unos 50 huevos al día, que la propia mascota se encargará de dispersar por el entorno. Así, la mayoría de las pulgas se encuentra en el entorno: son los huevos, larvas y ninfas. Por lo tanto, es fundamental tratar al animal, a sus congéneres y el espacio doméstico.
Las pulgas pueden causar alergia (dermatitis alérgica a las picaduras de pulgas, DAPP) y ser portadoras de lombrices intestinales. Por su parte, las garrapatas pueden transmitir diversas enfermedades, algunas de las cuales pueden resultar mortales, como la piroplasmosis. Por lo tanto, es fundamental que dispense a su mascota un tratamiento regular para minimizar el riesgo de transmisión de estas enfermedades.
¿Tiene pulgas mi mascota?
No siempre es fácil determinar si un perro o un gato tienen pulgas. A menudo, los gatos no presentan ningún signó clínico de infestación y suelen ser el origen de la contaminación del entorno. Para averiguar si su mascota tiene pulgas, puede:
Buscar la presencia de pulgas adultas en el animal: recuerde que solo podrán percibirse a primera vista si el animal está muy infestado o si tiene pelo corto o claro. Se aconseja pasar un peine fino por todo el cuerpo del animal. A menudo, la búsqueda suele resultar infructuosa.
Buscar excrementos de pulgas: son de un color rojo oscuro. En este caso también se aconseja utilizar un peine fino, pasarlo por el cuerpo del animal y depositar los restos que queden en el peine en una lámina de papel de cocina blanco. A continuación, aplique un poco de agua sobre el papel. Si hay excrementos de pulgas, al humedecerse estos crearán una aureola de color rojo a su alrededor (sangre sin digerir).
Incluso si se recurre a estos dos métodos, en ocasiones es imposible encontrar las pulgas o sus excrementos en animales infestados, ya que estos se asean con regularidad. Por lo tanto, si tiene dudas, consulte a su veterinario, que podrá recetarle un tratamiento adecuado si lo estima oportuno.
He encontrado pulgas en mi mascota. ¿Qué debo hacer?
En primer lugar, si el animal presenta otros signos clínicos (rojeces, heridas, caída de pelo, etc.), no dude en consultar a su veterinario.
Si detecta la presencia de pulgas en su mascota, es probable que esté muy infestada y que haya tenido tiempo de contaminar en entorno y a otros animales de su especie.
Si este es el caso, debe abordar la eliminación de parásitos externos en tres etapas:
- En primer lugar, trate al animal con un medicamento veterinario. Existen diversas soluciones disponibles en tiendas (pipetas, collares, champú, etc.), y otras únicamente en el veterinario (comprimidos). Asegúrese de respetar la dosis recomendada que se indica en el prospecto o que haya prescrito el veterinario.
- Trate también al resto de animales de la casa (perros, gatos, conejos, etc.). Atención: es importante utilizar un antiparasitario adaptado a cada animal (por ejemplo, no utilizar en gatos un antiparasitario para perros).
- Tratamiento del entorno: será preciso tratar también las habitaciones no frecuentadas por los animales, pues las pulgas se dispersan muy fácilmente por el entorno. Los laboratorios Francodex le ofrecen varias soluciones para adaptarse a cualquier situación (pulverizador, aerosol, difusor).
He encontrado una garrapata en mi mascota. ¿Qué debo hacer?
Incluso si el animal ya ha recibido su tratamiento antiparasitario, es fundamental retirar la garrapata desde el mismo momento que se repare en su presencia. Mientras esté viva, la garrapata podrá seguir transmitiendo enfermedades.
El método más eficaz para quitar la garrapata del animal consiste en utilizar un gancho para garrapatas. Elija el gancho que mejor se adapte al tamaño de la garrapata que va a quitar. A continuación, separe el pelo y deslice el gancho entre la piel del animal y la garrapata. Dé varias vueltas (sin tirar) en el mismo sentido hasta que la garrapata se desenganche. Una vez retirada la garrapata, desinfecte el punto de picadura y lávese las manos concienzudamente.
Lo que no se debe hacer: tirar de la garrapata (riesgo de dejar el espolón de la garrapata dentro de la piel), presionarla con los dedos o con una pinza (riesgo de regurgitación, que podría transmitir enfermedades), verter producto sobre la garrapata (éter, alcohol, desinfectante, etc.) o quemarla con un cigarrillo (también podría provocar regurgitación).
¿Cómo elegir el antiparasitario?
- Las pipetas son cómodas de usar y pueden aplicarse en varios puntos en los perros grandes.
- Los pulverizadores están recomendados en caso de infestación masiva, pues recubren fácilmente la superficie corporal y entran en contacto con los parásitos de inmediato.
- El collar presenta la ventaja de que ofrece una duración prolongada.
- El champú resulta útil en caso de infestación generalizada pero, si se ha aplicado una pipeta con anterioridad, será preciso esperar 48 h para dar tiempo a que el sebo se reconstituya.